Lo reconozco! Soy un nostálgico! Y como tal hecho de menos aquellas pintas londinenses en "la City", en compañia de mi mujer, llámame romantico. Es dificil explicar tanta riqueza visual en esas catedrales del lúpulo, llamadas coloquialmente pubs.

Cuantos ladrones de instantes, feligreses de madera, adictos contertulianos, profesionales del dardo, prolificos oradores, encantadores de sueños, cantautores de momentos, insaciables bebedores, parroquianos de moqueta. Si! Soy un nostalgico, tal vez romántico.

"MAS VALE UNA PINTA BEBIDA....., QUE CIEN PROMETIDAS" Salud!